Esta es una Manera para Poner Fin a la Pobreza
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Cuando leí un cierto libro el año pasado (War Front To Store Front [“Del Frente de Guerra al Frente de la Tienda”], Brinkley, Paul, 2014), tuve una gran percepción: realmente no hay ninguna buena razón que tengamos una gran pobreza en el mundo – ¡sólo tenemos unidades económicas no desarrolladas! Brinkley trabajó en Iraq antes que el actual presidente retirara a los EE.UU. Durante 5 años allí, él creó cientos de miles de trabajos para iraquíes, introdujo un sistema bancario moderno (permitiendo la interconexión con el sistema bancario internacional), desarrolló recursos, apoyó métodos de agricultura ambiental, etc. y revitalizó económicamente gran parte de la region.
Si Brinkley y 5 buenos asistentes fueron a un país pobre en el mundo en vías de desarrollo, y tenían $3 millones para capital semilla, y pasaron 3 años allí, ¡convertirían un país pobre en una unidad de producción económica viable participando en el mercado laboral! Darían empleo a las actuales masas desempleadas. ¡Brinkley sabe cómo hacer que pase! Pero otros pueden hacerlo también. Si la voluntad está ahí, los líderes empresariales pueden deshacerse de la mayoría de la pobreza a través del desarrollo económico. Siempre habrá algunos pobres, pero la pobreza generalizada puede convertirse obsoleta. Y agregue a esto las increíbles actividades de restauración de tierra llevándose a cabo alrededor del planeta – tierras estériles restauradas a praderas abundantes en sólo 3 años, etc. Hay buena documentación sobre esto.
Métodos ambientales/sostenibles de producción de alimentos en las granjas y en jardines chiquitos de barrios pobres pueden producir muchos alimentos. Una vez más, sólo se necesita liderazgo y una voluntad para hacerlo para reducir la pobreza - ¡no entregando dinero! ¡Los empresarios que lideran el camino en esta voluntad terminan haciendo dinero también al llevar a su país hacia adelante, una “zona de influencia” a la vez, para erradicar la pobreza!
Hago lo que sea que funcione para que las clases más bajas obtengan más dinero en sus manos. Es por ello que estoy trabajando con el Sr. Watson Clair Jeune, Supervisor de Microepps, en Petion-Ville, Haití, para establecer microempresas. No asigno dinero a salarios de empleados o estudios. Utilizo mi dinero personal para financiar a individuos comenzando pequeñas microempresas – usualmente USD$200 y ver si pueden operar exitosamente una microempresa. SI pueden hacer una ganancia con esto, puedo invertir más. Tenemos a algunos de ellos operando ahora en Petion-Ville – individuos con buenas reputaciones que han convencido al Sr. Clair Jeune que pueden seguir adelante, vendiendo artículos tales como jabón, vegetales, ropa, zapatos, criando pollos o restaurando baterías de vehículos.
Quiero tomar otro paso más allá que comenzar microempresas. Espero que encontremos propietarios de negocios con “grandes corazones” y mucha experiencia empresarial. Quiero que se comprometan a trabajar para ayudar a poner fin a la pobreza en Zonas de Influencia pequeñas, manejables y específicas de 200 a 600 personas. Si los propietarios de negocios locales están comprometidos, facilitaré un seminario de 4 días para asesorarlos en la utilización del desarrollo económico para ayudar a librar a la Zona de Influencia de la pobreza. También los alentaré a que ellos mismos inviertan en los emprendimientos de la Zona de Influencia para que puedan beneficiarse financieramente. Necesitarán 1) tener propiedad de un negocio o experiencia de inversión y 2) ser altruistas por naturaleza y 3) querer ayudar a erradicar la pobreza. Cuando estas personas de gran corazón y con experiencia empresarial se enfoquen en un área, la transformarán, en pequeñas maneras y en grandes maneras, y la calidad de vida se aumentará para todos. Esta es una manera de convertir a un “país pobre” a uno próspero. Ese es el rol de Receta para la Esperanza.
Estoy influenciado por el trabajo de individuos como el Dr. Paul Polak, Dr. Muhamad Yunus, Sr. Paul Brinkley, y organizaciones como Heifer International y Women Helping Women International. No estoy a favor de las donaciones y los regalos (excepto en los casos más extremos y por un tiempo muy corto). Sí estoy a favor del desarrollo económico en todos los niveles. También apoyo la agricultura sostenible y las prácticas de agricultura de parcelas pequeñas que cultivan alimentos para que las familias coman y vendan. El cultivo de papas, camotes, tomates, calabacín, frijoles, lechuga y zanahorias, a la manera de permacultura es algo que todo mundo puede hacer – en el suelo o en cubetas o macetas. Esto es economía a nivel básico, pero importante para las personas que les hace falta dinero. Al cultivar alimentos pueden alimentarse por poco dinero.
Basándome en mi experiencia personal, sé que hace falta iniciativa y trabajo duro para hacer dinero a través del comercio. Estoy dispuesto a ayudar a personas interesadas a hacer un cambio justo donde están si están dispuestos a trabajar duro. Estructuro el modelo de Receta para la Esperanza como una manera para que los propietarios de negocios locales (con la ayuda de algunas personas de agricultura y jardinería con experiencia en técnicas de cultivo sostenible) seleccionen una Zona de Influencia pequeña de personas (200 a 600) y trabajar vigorosamente en los límites de esa Zona de Influencia para aplicar mi modelo y alzar el área económicamente. ¡Esto requerirá trabajo duro, pero valdrá la pena!
Estoy consciente que yo no soy haitiano, ni vivo en Haití, y Haití necesita reconstruirse a sí misma sin que lo hagan los extranjeros. Estoy tratando de ayudar conjuntamente al proceso. Planeo eventualmente extender el modelo de Receta para la Esperanza a todos los países en vías de desarrollo. Realmente no hay necesidad de tener inmensas cantidades de pobreza en el mundo – personas enérgicas y solidarias con experiencia empresarial pueden transformar sectores de la pobreza en unidades económicas prósperas – los pobres no son estúpidos, pero necesitan que se les muestre una salida de la pobreza. Me doy cuenta que un % pequeño siempre será pobre, pero ya no hay ninguna razón apremiante que grandes porciones de la sociedad necesiten permanecer en la pobreza.